Una diferencia de género es una distinción de
características biológicas o fisiológicas típicamente asociadas tanto con
hembras o machos de una especie en general. En el estudio de humanos emergen
cuestiones socio-políticas al clasificar si una diferencia sexual es resultado
de la biología de género. Este artículo se enfoca en diferencias cuantitativas
que están basadas en un gradiente e involucran diferentes promedios. Por
ejemplo, los hombres son más altos que las mujeres en promedio, pero una mujer
individual puede ser más alta que un hombre individual.
Otros artículos describen diferencias que
claramente representan una división binaria macho/hembra, como la reproducción
humana.
Aunque algunas diferencias sexuales son
controversiales, no debe confundírseles con estereotipos sexistas.
Posibles causas: algunas
teorías
La existencia de una diferencia de género no
necesariamente identifica si el rasgo se debe a la naturaleza o al ambiente.
Algunos rasgos son obviamente innatos (por ejemplo, los órganos reproductores),
otros son obviamente ambientales (por ejemplo, los nombres dados), mientras que
para otros la relación es o multicausal o desconocida.
Desde el punto de vista de la psicología
evolucionista (abogada por David Buss, Steven Pinker, Desmond Morris, Daniel
Dennett, y otros) los humanos modernos hemos heredado rasgos naturales que eran
adaptativos en un ambiente prehistórico, incluyendo rasgos que han tenido
diferentes ventajas para los machos frente a las hembras (véase Selección
sexual). La teoría de los Estudios de Género y Alice Eagly proclaman que los
niños y las niñas aprenden el comportamiento apropiado y las actitudes de la
familia y la cultura circundante con las que crecen, y así las diferencias de
género no físicas son producto de la socialización. Éstas no son teorías
mutuamente excluyentes en su totalidad: es posible que las diferencias de
género sean parcialmente innatas pero que luego sean reforzadas y exageradas
por el ambiente.
Algunas feministas ven las diferencias de género
como producto del patriarcado o la discriminación, aunque el feminismo de la
diferencia aboga por una aceptación de las diferencias de género. El
masculinismo tradicional tiende a ver las diferencias de género como
hereditarias en la naturaleza humana, mientras que los masculinistas liberales
podrían desafiar los roles tradicionales.
Las religiones abrahámicas tradicionales ven las
diferencias de género como creación de Dios: “Cuando Dios creó al hombre, lo
creó parecido a Dios mismo; hombre y mujer los creó...” (Génesis 1:27).
Psicología
En un estudio de gran escala, la mayoría de las
habilidades cognitivas y rasgos psicológicos mostraron poca o no diferencia
promedio entre los sexos[1]. Donde las diferencias sexuales existen, suele
haber un solapamiento considerable entre los sexos[2]; además, no está claro
cómo muchas de estas diferencias se mantienen a través de diferentes culturas.
Sin embargo, ciertas tendencias suelen ser encontradas.
Toma de riesgos
En muchas situaciones, los hombres son más
proclives a tomar riesgos[3].
Pruebas de personalidad
• En los cinco grandes rasgos de personalidad, las
mujeres puntúan más alto en Amabilidad (tendencia a ser compasivo y cooperador)
y neuroticismo (tendencia a sentir ansiedad, ira y depresión).
• Patrones demográficos de encuestas del MBTI
muestran que 60-75% de las mujeres prefieren sentir y 55-80% de los hombres
prefieren pensar(4)(5).
Agresión
Los machos son generalmente más agresivos que las
hembras (Coi & Dodge, 1997; Maccoby & Jacklin, 1974; Buss, 2005). No
hay evidencia de que los machos agredan más rápido (Frey et al., 2003) y más
probable que expresen su agresión físicamente que las mujeres (Bjorkqvist et
al., 1994). No obstante, algunos investigadores (como Rachel Simmons) han
sugerido que las hembras no son necesariamente menos agresivas, pero que
tienden a mostrar su agresión de forma menos evidente, en menos manifestaciones
físicas (Bjorkqvist et al., 1994; Hines & Saudino, 2003). Por ejemplo, las
hembras tienden a desplegar agresión más verbal y relacional, como el rechazo
social.
Sistematización y empatía
Las hembras puntúan más alto en escalas de
autoreporte de empatía, en muestras con rangos desde niños en edad escolar
hasta adultos. Las escalas de empatía incluyen mediciones de toma de
perspectiva, orientación hacia otra persona, preocupación empática y angustia
personal. No obstante, tales mediciones son subjetivas y la empatía puede estar
más relacionada con roles de género que con el sexo.
La teoría EQ SQ (empathizing quotient y systemizing
quotient) de Simon Baron-Cohen afirma que, en general, los hombres son mejores
sistematizando (el deseo de analizar y explorar sistemas y reglas) y que las
mujeres son mejor empatizando (la habilidad para identificarse con los
sentimientos de otras personas). Más hombres que mujeres son diagnosticados con
autismo y síndrome de Asperger. Según Baron-Cohen, ya que los individuos
autistas y Asperger salen alto en sistematización, aunque usualmente de tal
manera en que se “hyperconcentran”, y puede que simplifiquen excesivamente
sistemas más coplejos por obviar ciertos detalles, y muy bajos en emptatizar,
son ejemplos de un “cerebro extremadamente masculino” [4].
Inteligencia
La mayoría de los estudios muestran una diferencia
significativa en el CI promedio para hombres y mujeres. El CI de los hombres es
2-5% mayor que el de la mujer promedio[5]. Sin embargo, en promedio los hombres
se desempeñan mejor en pruebas de habilidad matemática y espacial, mientras que
las mujeres se desempeñan mejor en tests de habilidad verbal y memoria.
También, el CI de los hombres tiene mayor varianza, o sea, hay más hombres que
mujeres en los grupos de CI muy altos y muy bajos, estando los puntajes de las
mujeres más concentrados alrededor de la media.
Comunicación
Los estudios de Deborah Tannen encontraron estas
diferencias de género en estilos comunicacionales[6]:
• Los hombres tienden a hablar más que las mujeres
en situaciones públicas, pero las mujeres tienden a hablar más que los hombres
en casa.
• Las mujeres son más proclives a verse frente a
frente la una a la otra y hacer contacto visual al hablar, mientras que es más
probable que los hombres aparten la mirada el uno del otro.
• Las niñas y las mujeres tienden a hablar
extensivamente sobre un tema, pero los niños y los hombres tienden a brincar de
un tema a otro.
• Al escuchar, las mujeres hacen más ruidos como
“mm-hmm” y “ajá”, mientras que los hombres tienden a escuchar en silencio.
• Las mujeres se inclinan por expresar acuerdo y
apoyo, mientras los hombres se inclinan más por debatir.
Aun así, no todas las investigaciones apoyan estas
afirmaciones. Un estudio de Erina MacGeorge encontró una diferencia de sólo 2%
en los estilos conversacionales de hombres y mujeres, y reportó que en general
ambos sexos se comunicaron de forma similar(9). Críticos, incluyendo a Suzette
Haden Elgin, han sugerido que los hallazgos de Tannen pueden aplicarse más a
mujeres de ciertos grupos culturales y económicos específicos que a las mujeres
en general. No hay evidencia que apoye la creencia de que las mujeres digan
muchas más palabras que los hombres al hablar.[7][8][9]
Felicidad
Un comentario publicado por el Pew Research Center
se refirió a algunas preguntas acerca de la manera en que los hombres y la
mujeres ven sus vidas[10]:
• En general, las mujeres afirman estar más felices
que los hombres con sus vidas, y reportaron más a menudo que habían progresado
personalmente en los últimos cinco años.
• Las mujeres muestran mayor preocupación a los
problemas familiares y de la vida del hogar, mientras que los hombres expresan
más preocupación acerca de problemas políticos. Los hombres están más felices
con su vida familiar y más optimistas acerca de su futuro personal y el de sus
hijos e hijas.
Problemas con las
investigaciones
Los estudios de diferencias de género psicológicas
son controversiales y están sujetos a error. Muchos estudios a pequeña escala
reportan diferencias que no se replican en estudios mayores. Los cuestionarios
de autorreporte están sujetos a sesgos, particularmente si a los sujetos se les
dice que el cuestionario se usa para probar roles de género. Es posible también
que los comentaristas puedan exagerar o minimizar diferencias por razones
ideológicas.
Economía
Ingresos
En muchos países, hay una brecha de ingreso en
cuanto a género que favorece a los hombres en el mercado laboral. Por ejemplo,
el salario medio para las mujeres estadounidenses es 76% el de los hombres
estadounidenses Noviembre de 2007[cita requerida]; sin embargo, estudios han
encontrado que las mujeres estadounidenses ganan 98% de lo que los hombres
reciben cuando se les controla por experiencia, educación y número de años en
el puesto. Thomas Sowell, en su libro Knowledge and Decisions explica que esta diferencia
se debe a que las mujeres no tomen empleos debido a embarazo matrimonial.
Comparando a hombres y mujeres que han estado empleados continuamente desde la
universidad, las mujeres ganan ligeramente más. La brecha del ingreso en otros
países varía desde 53% en Botsuana a 92% en Malta. Existe debate en cuanto
hasta qué punto esto es el resultado de diferencias de género, decisiones sobre
el estilo de vida, o discriminación.
Empleo
Según un reporte de 2004 del Departamento de
Trabajo de Estados Unidos[11]:
• 52.9% de las mujeres estadounidenses forma parte
del mercado laboral frente a 73.3% de los hombres.
• 70.7% de mujeres cuyos hijos/hijas menores de 18
años están en el mercado laboral (arriba de 47% en 1975), comparado con 94% de
hombres con hijos/hijas menores de 18.
• Aproximadamente 26 por ciento de las mujeres
empleadas usualmente trabajan a tiempo parcial, comparado con cerca del 11 por
ciento de los hombres empleados.
• 5.6% de las mujeres empleadas y 8% de hombres son
trabajadores autónomos.
• Las mujeres en industrias no agrícolas trabajan
35.9 horas por semana frente a 41.6 horas para los hombres.
• Las mujeres cuentan por más de la mitad de todos
los trabajadores en las siguientes industrias: actividades financieras,
servicios educativos, asistencia sanitaria, ocio y hotelería, y apoyo
administrativo y de oficina.
• Las mujeres son mucho más proclives que los
hombres a ser trabajadoras sociales, pasantes y asistentes legales, maestras,
enfermeras, patólogas del lenguaje, higienista dental, amas de llaves y
criadas, y puericulturistas.
• Más hombres que mujeres trabajan en las
siguientes industrias: minería, construcción, transporte y servicios,
agricultura y ganadería, ocupaciones de informática y matemáticas, ingeniería y
arquitectura. Los hombre son mucho más proclives que las mujeres a ser
ejecutivos en jefe, bomberos, patrullas y oficiales de policía, electricistas,
dentistas y cirujanos.
Muerte profesional
La mayoría de las muertes ocupacionales ocurren
entre hombres. En un estudio en EE.UU., 93% de las muertes en el empleo
involucraron hombres, con un índice de mortalidad aproximadamente 11 veces
mayor que en mujeres. Las industrias con los mayores índices de mortalidad son:
la minería, la agricultura/silvicultura/pesca y la construcción, todas las
cuales tienden a emplear naturalmente más hombre que mujeres debido a
requerimientos físicos[12].
Baja por maternidad
Muchos países, incluyendo México, la India,
Alemania, Brasil y Australia exigen a las empresas a otorgar baja por
maternidad de 12 semanas con paga completa a las mujeres que trabajan. La baja
por paternidad no está disponible en la misma media, aunque en Israel por
ejemplo, los padres pueden usar esta baja por maternidad como les parezca,
dividiendo las 12 semanas entre ellos mismos si es necesario sin importar el
sexo. Otro ejemplo es Suecia, donde hay iguales derechos para tomar bajas por
maternidad/paternidad. La duración es de 18 meses por bebé con 80% del salario
total. Cada padre debe estar en casa mínimo 60 días para calificar por el
salario total.
Seguros
Las compañías de seguro suelen cobrar diferentes
primas a hombres y mujeres:
• El seguro médico es menos costoso para los
hombres jóvenes y de mediana edad.
• Las compañías de seguros de automóviles cobran
más por adolescentes varones que sus contrapartes femeninas.
• Los seguros de vida son más caros para los
hombres que para las mujeres.
Conducta de consumo
La discriminación de precios puede favorecer tanto
a hombres o mujeres. Por ejemplo, algunos clubes nocturnos ofrecen descuentos o
entradas gratis a mujeres, mientras que algunos peluqueros ofrecen cortes de
cabello más baratos para los hombres.
De acuerdo a un informe del 2000, las mujeres
compran o influencia la compra del 80% de todos los bienes de consumo e
influencian el 80% de las decisiones del cuidado de la salud[13].
Educación
Mundialmente, los hombres son más propensos a saber
leer y escribir, con 100 hombres considerados letrados por cada 88 mujeres. En
algunos países, la diferencia es incluso mayor; por ejemplo, en Bangladesh,
sólo 62 mujeres por cada 100 hombres son letradas[14].
En un estudio de la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico) de 43 países desarrollados, los niños de
15 años de edad aventajaban a las niñas en destrezas de lecto-escritura y
estaban más confiados que las niñas acerca de la obtención de trabajos de
ingresos altos[15].
En cuanto a octubre de 2005, las mujeres sumaban el
57% de todos los estudiantes universitarios en EE.UU.[16]. Esto se repite en
otros países; por ejemplo, las mujeres conforman el 58% de las admisiones en el
Reino Unido[17] y 60% en Iran[18].
Suicidio
En países occidentales, los varones son mucho más
propensos a morir por suicidio que las mujeres (usualmente por un factor de
3-4:1); 69 de 74 países no occidentales encontraron un exceso en la mortalidad
masculina por suicidio.
Mientras hay más suicidios de hombres completados
que de mujeres, éstas son más propensas a intentar suicidarse. Una posible
explicación es que los hombres tienden a usar métodos más inmediatamente
letales que las mujeres. Otra teoría es que las mujeres sean más proclives a
infligirse daño a sí mismas como pedido de auxilio o atención, mientras que los
hombres son más propensos a genuinamente querer acabar con sus vidas.
Los varones entre edades de 20-24 años tienen un
promedio de 7 veces mayor índice de suicido. En 2003, un estudio mostró que
entre los varones de 20-24 años de edad, 202,500 cometieron suicidio. Comparado
con féminas entre las edades de 20-24, quienes fueron significativamente menos,
a 34,000.1
Crimen
Los hombres son mucho más propensos a ser
encarcelados que las mujeres, aunque las mujeres son un grupo de rápido
crecimiento demográfico en prisión.[19] . Los hombre son más propensos a
asesinar que las mujeres [20]. Los hombres son también mucho más propensos a
ser víctimas de crímenes violentos que las mujeres[21].
Temas de Internet
Uso de Internet
En un estudio estadounidense, el porcentaje de
hombres que usa la Internet era mayor que el porcentaje de mujeres, aunque esta
diferencia desaparecía en personas en sus primeros 30 años.
Los hombres se conectan a Internet más a menudo,
pasan más tiempo en línea, y es más probable que sean usuarios de banda ancha.
Las mujeres son más propensas a enviar correos electrónicos a amigos y
familiares acerca de una variedad de temas. Los hombres son más propensos a
usar la Internet para pagar cuentas, participar en subastas, y para recreación,
como bajar música y videos. Los hombres y mujeres son igual de propensos a usar
la Internet para compras y banca.[22].
Preferencias relacionadas
con el género en el diseño de páginas web
Se realizó un estudio en la Universidad de Maryland
en 2007[cita requerida] que fue diseñado para determinar diferencias de género
en la preferencia de los diversos aspectos del diseño de los sitios Web.
Estudios anteriores, en particular uno realizado en la Universidad de Glamorgan
http://www.glam.ac.uk/news/releases/003056.php, Key website research highlights
gender bias], indicó diferencias mensurables entre hombres y mujeres, con cada
género tendiendo a preferir las páginas web diseñadas por su propio género. Las
mujeres mostraron una preferencia por las páginas con más color en el fondo y
tipo de letra, y formas más redondeadas. Las mujeres también favorecieron las
fotografías informales por encima de las que involucran posar. Los hombres
respondieron mejor a los colores oscuros y a un diseño más lineal. Ellos
también se encontraron más satisfechos por un apecto tridimensional e imágenes
“autopropulsadas” que por objetos inmóviles. El estudio de Maryland buscó
confirmar estas diferencias.
Se les dio a los sujetos pares de páginas web para
visitar y se les pidió que llenaran un cuestionario breve inmediatamente
después. Los cuestionarios hacían preguntas simples acerca de sus reacciones a
los colores, gráficos, organización del sitio así como una pregunta abierta en
la que se les pedía que describieran sus impresiones subjetivas de las páginas.
Los sitios web fueron seleccionados para presentar similaridades de diseño
significativas a fin de evaluar diferencias en las preferencias de los diseños
de las páginas. Un par fue específicamente seleccionado porque los sitios
mismos estaban dirigidos a usuarios masculinos y femeninos respectivamente.
Los resultados apoyaron en general las
investigaciones anteriores. Las mujeres mostraron una preferencia distinta por
más colores y gráficos. Además, mientras las puntuaciones objeto para las
páginas dirigidas a hombres y mujeres no eran significativamente diferentes,
las mujeres mostraron una preferencia significativamente mayor por los sitios
dirigidos a mujeres. No obstante, de las respuestas a las preguntas abiertas
resulta claro que el contenido del sitio fue un factor significativo para
determinar la preferencia de un sitio sobre otro. Es por eso sugerido que en
ningún estudio futuro se usen sitios web reales, en vez de ello, páginas con contenido
neutral deben ser diseñadas con variaciones de estilo para eliminar el sesgo
introducido por el contenido del sitio.
Matrimonio y sexualidad
Las costumbres matrimoniales y de citas románticas
dependen de la cultura y difieren enormemente entre países e incluso en
subculturas dentro del mismo país. Por ejemplo, muchos matrimonios en la India
son arreglados, mientras que en el Mundo Occidental la mayoría de la gente
escoge a sus propias parejas. En la mayoría de las sociedades, se espera que
los hombres tengan un papel más activo en las primeras etapas del cortejo, por
ejemplo, en proponer a la mujer una cita.
Edad al primer matrimonio
Los hombres son más viejos, en promedio, al
casarse. Mundialmente, y en la actualidad, el primer matrimonio suele darse a
los 28.7 años de edad en los hombres, y a los 26.8 años en las mujeres. La
mayor diferencia nacional promedio de edades se da en Níger: 33.9 año los
hombres y 17.6 las mujeres.
Orientación sexual
La demografía de la orientación sexual en cualquier
población es difícil de establecer con razonable precisión. Sin embargo, la
mayoría de las encuestas encuentra que una mayor proporción de hombres que de
mujeres reporta ser exclusivamente homosexual, mientras que más mujeres que
hombres reportan ser bisexuales. En la mayoría de las sociedades, las mujeres
homosexuales y bisexuales son más ampliamente aceptadas que sus contrapartes
hombres.
Estudios han demostrado que los hombres
heterosexuales sólo son estimulados por imágenes de mujeres. Mientras que las
mujeres heterosexuales son estimuladas por imágenes tanto de hombres como de
mujeres.2 No obstante, esto puede ser resultado de diferencias en cuanto a cómo
es medida la excitación sexual, ya que se requieren diversos métodos para la
anatomía de un hombre frente a la de una mujer.
Cantidad de gente no
casada
En los EE.UU. la cantidad de hombres solteros es
bastante superada por aquella de mujeres solteras en una proporción de 100
mujeres solteras por cada 86 hombres solteros[23]. Esto depende mucho del grupo
de edad, con 118 hombres solteros por 100 mujeres solteras en sus 20s, frente a
33 hombres solteros frente a 100 mujeres solteras mayores de 65.[24]
Los números son diferentes en otros países. Por
ejemplo, China tiene muchos más hombres jóvenes que mujeres jóvenes, y se
espera que esta disparidad aumente[25]. En regiones en conflicto reciente como
Chechenia, el número de mujeres puede superar por mucho el de hombres[26].
Online dating
Aún hay más hombres que mujeres en las páginas web
para “ligar” o sitios web de online dating. De acuerdo a un estudio de
noviembre de 2003 hecho por Jupiter Research, los hombres son cuatro veces más
propensos que las mujeres a suscribirse a un sitio web de online dating y el
doble de propensos a hojear, publicar o responder a un anuncio[27].
Escoger pareja
En un estudio transcultural por David Buss, se
pidió a hombres y mujeres que calificaran ciertos rasgos en orden de
importancia en una pareja de largo plazo. Tanto hombres como mujeres
clasificaron bondad e inteligencia como los dos factores más importantes. Los
hombres valoraron belleza y juventud más alto que las mujeres, mientras que
ellas valoraron la situación financiera y social por encima que los hombres.[28]
Orgasmo
• El orgasmo del hombre es esencial para la
reproducción, mientras que el de la mujer no lo es. Se creía que el orgasmo femenino
no tenía otra función obvia más que la de ser placentero, aunque evicencia
reciente sugiere que pudo haber evolucionado como una ventaja discriminatoria
con respecto a la selección de pareja Psychology Today, The Orgasm Wars
• Las contracciones orgásmicas típicas de los
hombres no duran más que un par de segundos, mientras que en las mujeres, se
conoce de tales contracciones que duran más de un minuto.
• Según Kinsey, para alrededor del 75% de todos los
hombres, es posible conseguir el orgasmo entre los dos primeros minutos después
de iniciado el acto sexual. Para las mujeres, el tiempo promedio para lograr el
orgasmo es entre 10 y 20 minutos. La velocidad del sistema masculino
virtualmente garantiza orgasmos culminantes para los hombres, pero usualmente
es muy veloz como para darle a la mujer un orgasmo inducido por penetración.
Sin embargo, el tiempo promedio para el orgasmo de la mujer mediante la
masturbación es significativamente menos, a los 4 minutos [cita requerida]
(esas dos citas no contienen nada acerca del tiempo promedio de orgasmo en la
masturbación)[29] [30].
• La circuncisión (remoción del prepucio) no impide
la habilidad de orgasmo, pero la ablación de clítoris usualmente lo hace. Aun
así, los dos procedimientos no son directamente comparables; en particular, la
frase “mutilación genital femenina” es usada para referirse a una amplia variedad
de diferentes prácticas, desde cortes rituales menores a los labios (genitales)
(lo cual es mucho menos probable que impida el orgasmo) hasta una completa
escisión del clítoris.
Ropa
En la mayoría de las culturas, diferentes tipos de
ropas se consideran apropiados para hombres y mujeres.
• En las sociedades occidentales, las faldas, los
vestidos y los zapatos de tacón alto son usualmente vistos como ropa de mujer,
mientras que las corbatas suelen ser usadas por hombres. Los pantalones se
solían ver como ropa exclusivamente masculina, hoy son usados hoy día por ambos
sexos (mujeres usando pantalones). La ropa de hombre suele ser más práctica (o
sea, que funcionan bien en una amplia variedad de situaciones), pero una mayor
variedad de estilos de ropa está disponible para las mujeres. A los hombres se
les es típicamente permitido llevar el pecho descubierto en una mayor variedad
de lugares públicos. Es generalmente aceptable, hasta cierto grado, que una
mujer lleve puesta ropa tradicionalmente masculina, pero no lo contrario.
• En algunas culturas, leyes suntuarias regulan lo
que a los hombres y mujeres se les exige vestir.
• El Islam requiere que ambos sexos usen hiyab, o
ropa modesta. Lo que califica como “modesto” varía en diferentes sociedades
musulmanas; no obstante, se les suele requerir a las mujeres que cubran más de
sus cuerpos que a los hombres. Las prendas de vestir usadas por musulmanas con
propósito de modestia varían desde la pañoleta al burka.
• Los hombres escoceses pueden escoger vestir kilts
en ocasiones ceremoniales. El kilt se solían usar como ropa normal por los
hombres. Hombres de ascendencia no escocesa están usando kilts cada vez más en
la actualidad.
• Comparada a la ropa de hombre, la ropa de mujer
tiende a conseguir ser vista. En el Oeste moderno, es más probable que las
mujeres usen maquillajes, joyas y ropa colorida, mientras que en culturas muy
tradicionales se protege a las mujeres de las miradas de los hombres mediante
vestidos modestos.
Miscelánea
• Los hombres tienen más responsabilidades y
presencia en muchas religiones u organizaciones religiosas. Por ejemplo, la
Iglesia Católica prohíbe a las mujeres convertirse en sacerdotisas, si bien
esta actitud está siendo actualmente reconsiderada.3
• Las mujeres parecen más sensibles a la
apreciación del arte y la belleza. Hay estudios que han demostrado que,
mientras un hombre sólo emplea el hemisferio derecho de su cerebro al
contemplar una obra artística, las mujeres emplean las dos. Una teoría
evolutiva propone que el hombre, antiguo cazador, sólo habría desarrollado sus
aptitudes espaciales mientras que la mujer tenía que distinguir tipos de frutos
y raíces, reconocer paisajes y establecer las relaciones personales y sociales
de la tribu aptas para no desencadenar conflictos.4
• Algunas sociedades ponen restricciones a las
mujeres durante su ciclo menstrual.
• Los hombres y niños participan en más deportes.
• Las mujeres y niñas participan en más aficiones
artísticas, relacionadas con la danza, el baile, la canción, la música y la
estética (pintura, escultura, etc.) en todas sus facetas.
• Las niñas suelen ser mejores estudiantes, y hay
más universitarias que estudiantes varones en la universidad.
• Las mujeres toman casi el doble del tiempo que
toman los hombres en usar el baño.
• Típicamente, las mujeres invierten más tiempo que
los hombres en el cuidado infantil y las tareas domésticas (véase ama de casa).
• En general, las mujeres están más involucradas
que los hombres con los infantes.
• Generalmente, los hombres se interesan más por
los videojuegos que las mujeres, aunque ciertos géneros tienen un gran número
de jugadoras femeninas también.
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